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En este articulo te muestro cuan recomendable es usar aire acondicionado si sufres de artrosis. Y además, alternativas naturales que te harán bien.
En verano cuando el calor se vuelve insoportable, el aire acondicionado se convierte en tu electrodoméstico predilecto.
Pero si sufres de artrosis, el frío producido por este aparato puede intensificar el dolor y la rigidez articular.
Los médicos reumatólogos saben que prohibir el uso del aire acondicionado en pacientes con artrosis es inhumano sobre todo si la persona vive en lugares de altas temperaturas.
Por esta razón, recomiendan regular el aparato entre 24 y 25 grados centígrados.
Como tu cuerpo no debe exponerse tanto al frío, a veces el asunto se vuelve un dilema molesto por partida doble: además del dolor de las articulaciones, también debes soportar el calor.
Lo bueno es que siempre hay alternativas.
Hoy te traigo algunas opciones para que encuentres el equilibrio perfecto y puedas usar el aire acondicionado sin sentir dolor.
Usa una manta eléctrica.
Este aparato puede aliviar el dolor articular y las contracturas musculares asociadas a la artrosis.
Puedes colocarla sobre las zonas afectadas, antes de dormir o mientras te relajas leyendo un libro o viendo tu serie favorita en la televisión.
Aplícate arcilla.
La arcilla es un elemento natural utilizado desde tiempos ancestrales para el tratamiento de diversas enfermedades.
Tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias que lograrán disminuir los dolores causados por la artrosis.
Para un mejor efecto, haz una mezcla con agua hasta que quede una pasta y úntalo en las zonas afectadas.
Deja que se seque y luego de una media hora enjuaga con agua.
Hazte un masaje con aceites esenciales.
Los aceites de eucalipto, salvia, pimienta, romero, ruda o manzanilla son utilizados para hacer fricción en zonas adoloridas por la artrosis .
Consiéntete con un masaje suave que calentará tus articulaciones.
Aprende posturas de yoga para la artrosis.
Esta disciplina milenaria, surgida en el hinduismo, puede marcar la diferencia en tu vida y ayudarte a afrontar la enfermedad con una perspectiva diferente.
Antes de irte dormir, aclimata tu habitación con el aire acondicionado.
Busca en internet los videos tutoriales donde te enseñan a realizar diversas posturas.
Aunque no lo creas, hay posturas que ayudan a darle elasticidad a tus cartílagos y aliviar el dolor de tu artrosis de cadera, columna o rodillas.
Medita.
La meditación es una herramienta poderosa para superar cualquier circunstancia difícil que atraviesas en la vida.
Al bajar tus niveles de estrés mediante la relajación y una buena respiración los dolores, provocados por la falta de lubricación en los cartílagos, disminuirán.
Recuerda que tu mente es poderosa.
Toma té de jengibre.
Antes de adentrarte al mundo del aire acondicionado toma té de jengibre, un eficaz antiinflamatorio utilizado en el tratamiento natural de la artrosis.
Para aprovechar al máximo el potencial de esta raíz, tritúrala antes de hervirla y bebe dos infusiones al día.
Ahora te has dado cuenta que puedes usar el aire acondicionado teniendo artrosis, la clave es saber cómo graduar la temperatura y aprender herramientas alternativas para aliviar el dolor.
Sigue adelante y ¡no pases más calor en verano!
Sin embargo…
Lo que aquí mencioné es MENOS del 2% de todo lo que debes hacer para derrotar a la artrosis y eliminar para siempre los dolores y sus síntomas
Con los consejos que te acabo de dar, solo estás atacando los síntomas de la enfermedad.
La clave está en atacar y eliminar todas las causas que originan el problema.
Y lo digo por experiencia, ya que yo también padecí artrosis.
Los dolores eran insoportables y no podía llevar una vida normal. Y los medicamentos solo estaban destruyendo mucho más mi salud.
Hasta que empecé a seguir un tratamiento natural.
Gracias a este tratamiento… mis dolores desaparecieron y pude abandonar los medicamentos que estaba tomando.
Mi vida dio un giro de 180 grados y pude volver a ser la misma persona de antes.
Si quieres saber cómo aplicar tú mismo el mismo tratamiento natural…
Nos vemos allí 🙂
Susana